Estrategia impulsada por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables busca evitar riesgos en los espacios públicos
Por segundo año consecutivo la Municipalidad Distrital de Jesús María recibió un valioso reconocimiento por su labor en el cuidado y protección de las niñas, niños y adolescentes, en el marco de la estrategia Ponte en #ModoNiñez, impulsada por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).
Esta distinción es alcanzada gracias a que se cumplieron con los distintos indicadores de esta estrategia que tiene como objetivo la sensibilización de la comunidad en el cuidado de las niñas, niños y adolescentes, especialmente en los espacios públicos como calles, parques, centros comerciales, mercados, entre otros.
“Una de nuestras principales tareas es cuidar a los menores de edad y evitar situaciones que los pongan en riesgo. Como parte de las acciones ejecutadas, acondicionamos varios parques del distrito con espacios de recreación para que las niñas, niños y adolescentes puedan disfrutar en ellos de manera segura. El programa contempla también el apoyo ante cualquier eventualidad que pueda ponerlos en riesgo”, indicó el alcalde de esta comuna, Jorge Quintana.
Además, la autoridad edil indicó que los efectivos de Seguridad Ciudadana, así como los equipos de Participación Ciudadana, Gestión Ambiental, y Fiscalización del distrito, fueron capacitados por especialistas del MIMP para que reconozcan y sepan cómo actuar antes situaciones que puedan poner en riesgo a las niñas, niños y adolescentes.
No más castigo físico
Un compromiso que asumió la comuna al proteger a todos los niños, niñas y adolescentes del distrito, a través de la Ordenanza N.º 583-MDJM, publicada el 14 de junio de 2019 en el diario El Peruano, es el de prevenir y prohibir el uso del castigo físico y humillante contra los menores de edad. Esta norma se está aplicando en todos los espacios públicos y privados donde se desarrollan nuestros niños, niñas y adolescentes, como hogares, escuelas, comunidades, centros laborales, centros juveniles, centros recreativos, guarderías, parques, iglesias y otros lugares dentro del ámbito de la jurisdicción municipal. La norma califica como “castigo físico” el uso de la fuerza y como “castigo humillante” cualquier trato ofensivo, denigrante, que desvalorice, estigmatice o ridiculice, ambas en ejercicio de las potestades de crianza o educación, con el fin de corregir, controlar o cambiar el comportamiento de niños, niñas y adolescentes, siempre que no constituyan un hecho punible.
